Las cerezas del Valle de Las Caderechas se recolectan a mano, sin intervención de medios mecánicos. La elección de la fecha en que el fruto se recoge es clave, puesto que la cereza es un fruto que no madura una vez arrancado del árbol.
Los fruticultores del Valle se basan en su experiencia, y en la cata de los frutos y en el análisis “in situ” de acidez y azúcares para decidir cuál es el momento idóneo de comenzar la recolección.